Le abrieron una pequeña herida en el cuello para que se desangrara

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas (AGENCIA VÓRTICE MX).- Lo golpearon, le fracturaron el tabique, le abrieron el pómulo y le provocaron una pequeña herida en el cuello para que se desangrara.
Así fue como los delincuentes le quitaron la vida a José Luis Avendaño López, de 50 años de edad y miembro a la comunidad LGBTI.
Fue una enorme sorpresa por parte de los vecinos, pues señalaron que, José era una persona que no se metía con nadie y además, era muy comprometido con sus múltiples trabajos, en este caso un humilde cibercafé y una estética.
Algunos le decían «Claudia», el cual era su nombre profesional y que era su sello distintivo al momento de hacer su trabajo que incluso le apasionaba tanto, el estilismo y maquillaje profesional.
Por otro lado, algunos vecinos mencionaron que antes del crimen, José Luis estaba vendiendo dos pantallas planas y un Xbox a través de Facebook, y ya había contactado a un vendedor, sin embargo, la versión no ha sido confirmada por las autoridades, por lo que únicamente son rumores en torno a su trágica muerte.
Esa noche del martes, José Luis atendió a unas personas, sin imaginarse que eran quienes le quitarían la vida; uno de ellos le propinó una golpiza con un objeto macizo, provocándole una fractura en el tabique, una herida en el pómulo y un traumatismo severo.
La violencia con la que fue atacado lo dejó inconsciente, pero aún así uno de los homicidas lo tomó del cabello y le provocó una cortada pequeña y profunda, de dos centímetros de ancho, en la garganta para que se desangrara lentamente.
Entre los dos lo envolvieron con una colcha y lo dejaron en su cuarto; en seguida, se llevaron las pantallas planas, el Xbox y otros objetos de valor, para luego salir caminando de la vivienda, ubicada en el barrio San Francisco.
Transcurrieron más de tres horas, hasta que sus familiares acudieron a la vivienda y al ver que hacían falta varios objetos de valor, le marcaron por teléfono a su celular y éste sonó en su cuarto, en donde lo vieron desangrado, sin vida.
De inmediato pidieron apoyo al número de emergencias (911) y en minutos arribaron paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, quienes indicaron que la sangre ya estaba coagulada, pues había muerto desde un par de horas antes.
El cuerpo de José va a ser inhumado durante la tarde del jueves en el panteón ejidal de la colonia Terán, dónde familiares y amigos le darán el último adiós.
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