Niña chiapaneca muere en Cancún a causa de dos balas perdidas

Cancún, Quintana Roo (AGENCIA VÓRTICE MX).- Dos balas perdidas la alcanzaron en medio de un tiroteo desatado frente a su casa. Jazmín, de 6 años, única hija del matrimonio, quedó en la entrada, malherida con dos disparos alojados en el tórax y brazo izquierdo.

Ni siquiera estaban en el lugar y horas incorrectos porque Jazmín y sus padres regresaban de la tienda a las 11:00 de la noche y a punto estaban de abrir la puerta de su hogar cuando en la calle, dos sicarios abrieron fuego contra otro hombre.

Lo rafaguearon, pero las balas también alcanzaron a la niña y a sus padres Loidy Karina Roblero Bartolón, de 29 años y Dinver de los Santos Hernández, de 39, de Motozintla, Chiapas.

La noche de ese miércoles 24 de abril la tragedia embargaría a la familia, pues apenas había ingresado de urgencias a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de La Cuchilla cuando los médicos informaron que Jazmín había muerto.

Jazmín, de sangre chiapaneca y yucateca
Dinver de Los Santos dejó Chiapas —su lugar de origen— para probar suerte en Cancún en donde conoció a Loidy Karina, quien también llegó de Mérida para buscar mejores oportunidades.

A pesar de algunas carencias económicas, eran un matrimonio feliz, más aún con llegada de la pequeña Jazmín.
Por las tardes, luego del trabajo, Dinver, Loidy y Jazmín salían a jugar a la calle, a las afueras de una pequeña vivienda que rentaban, en el interior de una cuartería ubicada en la Supermanzana 75, Manzana 45.

La noche de la tragedia la familia acaba de ir a la tienda cuando escucharon detonaciones de arma de fuego.

Dos sicarios a bordo de una motocicleta rafaguearon a un hombre frente a ellos y las balas los alcanzó. La niña en el torax y brazo izquierdo, su padre en la clavícula izquierda, mientras que su madre —quien está a la espera de su segundo hijo— recibió el disparo en el lado derecho de la pelvis.

Al enterarse de la noticia, algunos familiares de Dinver llegaron de Motozintla, Chiapas desde el jueves y salieron a las calles de Cancún para pedir apoyo a la gente y poder trasladar los restos de la niña a Chiapas, de donde —dijeron— nunca debieron salir.